El Fundamento del Consejo de Dios comenzó en los 1980s en California. Nos reuníamos en varios hogares y el garage de mi casa era un lugar de estudio, conversaciones amenas, café y estudio bíblico.
Eramos pocos, pensábamos conquistar el mundo, invencibles e inmortales. Teníamos inquietudes, hambre y sed de la palabra de Dios. Comenzamos con la suposición que Dios habla hoy — es Espíritu real, urgente y personal.
El simple hecho que estas aquí no es coincidencia.
Antes de reunirme en ese pequeño garaje, comenzando en 1973 asistía a una iglesia tradicional. Encontré muy buenos hermanos, aun así, dentro de mí había una insatisfacción que me hizo dudar aun del amor de Dios para mi vida.
Pronto dejé la iglesia. Fue un tiempo muy difícil, equivalente a mi desierto personal. Todos pasamos por un desierto de una forma u otra, un tiempo donde aprendemos a escuchar la voz de Dios. Esto me llevó a un encuentro misterioso con una persona mayor de edad quien me dijo: “Sabias que eres parte de la novia de Cristo?” Nunca antes había oído semejante cosa.
Sin dirección o propósito en vida, un día salí a caminar y vi una iglesia que se reunía ese día. Me llamó la atención, y valientemente abrí la puerta.
Era totalmente diferente. Fue un paso que me ayudó a explorar diferentes áreas del mundo cristiano. Estuve con ellos seis años. Pronto descubrí lo que significaba el dominio sobre el pueblo. Nunca fui una persona rebelde, pero mi espíritu sufría bajo un sistema autoritario, dominante y podría decir hasta cierto punto cruel. Equivalente a lo que ahora describimos como la iglesia de Saúl, un sistema legítimo pero lleno de imperfecciones fatales.
Un día durante una reunión general escuché la voz de Dios que me dijo: “Levántate, toma tu portafolio, sal… Y no mires hacia atrás”.
Fue otra gran experiencia en mi vida de soledad y refugio en Dios. Estuve sin congregarme un año y medio. En esos días el Espíritu de Dios comenzó a enseñarme aspectos de las escrituras que yo nunca había visto.
En ese tiempo recibí una llamada de invitación a una reunión en casa de unos hermanos. Solía evitar involucrarme sin un apruebo de Dios, (ya había recibido de otros muchas invitaciones) esta vez algo me impulsó, le dije a mi esposa que se arreglara porque iríamos a esto desconocido.
Esa noche conocí a lindos hermanos, quienes como yo, anhelaban algo mejor. Ellos han dejado una huella profunda en mi ser. Jamás lo olvidaré, fue un tiempo maravilloso de descubrimiento. Dios siempre provee el tiempo perfecto. Gracias a mi padre por sus bendiciones.
Éramos muy jóvenes e inexpertos en los asuntos manipuladores de la iglesia sistemática. Y cuando se trata de gente y del corazón humano, solo el amor de Dios, el tiempo y la experiencia pueden producir el elemento necesario para suplir tanta necesidad.
Nuestro deseo de compartir el reino de Dios, nos trajo confrontaciones, ya que no aceptábamos a ninguna denominación terrenal como nuestra cabeza. Posiblemente ridículo para muchos en ese entones, pero veraz. Un genuino llamado de Dios para una gente, puede ser tocado por la mano controladora y manipuladora del hombre.
Fuimos tocados por el sistema religioso.
Mucha gente están inconformes con el sistema y sus doctrinas y van en busca de mejores alternativas. La experiencia de Jesús fue esencialmente igual, así como esas de los profetas antes de él.
La naturaleza de la verdad es que analiza, expone, y destruye el error.
Regresando a los 1980s, después de un tiempo de búsqueda y de estudio profundo de su palabra, Dios me llamó a establecer un ministerio de oración y enseñanza espiritual — sin saber en realidad lo que me esperaba.
Este ministerio es un servicio a la iglesia que el Cuerpo de Cristo, compuesta de miembros individuales. Tenemos que ser servidores del Espíritu, no prisioneros de la organización.
Cuando comenzamos este ministerio, como la compañía de David que sobrevivieron en el desierto, nos juntamos con la meta de enfocarnos totalmente en Dios como un ser viviente que todavía se mueve en el mundo — el mundo literal tal como tu mundo interno.
Este sitio es una extensión de esa visión.
Aquí encontrarás estudios bíblicos con énfasis sobre el reino de Dios. Incluimos mensajes escritos y de audio (por venir).
La sinceridad no es garantía de veracidad. Pero siempre buscamos esa unión de verdad y amor.
Nuestro propósito es ser bendición a todos, sin prejuicios, reglas, dogmas, trayendo todo aquello que nos separa hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Si deseas acompañarnos a un estudio Bíblico o si tienes preguntas, presiona “Contacto” y llena la forma. Cuéntanos de ti. Nos comunicaremos lo más pronto posible.
Saludos en Él.
Rafael