Habacuc 3:4,
4Su resplandor es como la luz; tiene rayos que salen de su mano, y allí se oculta su poder.
La mayoría de quienes estudian arduamente la biblia, creen que las palabras de Dios dirigidas a la serpiente en Génesis 3:15 fueron las primeras palabras proféticas que han sido emitidas.
Génesis 3:15,
15 Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le herirás el talón.
Por cierto, es el primer lenguaje profético reconocible en el Antiguo Testamento.
Sin embargo, esta declaración pasa por alto una profecía muy significativa e ingeniosamente introducida en el primer párrafo de la Biblia.
Génesis 1:1-3,
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. 3Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz.
“Y la tierra estaba sin orden y vacía…” (La KJV Bible traduce Strong’s H1961 hāyâ- de la siguiente manera: fue, sucedió, vino, ha sido, se convirtió, llegar a ser)
El profeta Jeremías tiene una visión profética:
Jeremías 4:23,
23 Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz.
Para la mayoría de las personas, es un poco difícil encontrar una profecía tan importante en estas primeras líneas de las Escrituras, pero dejemos que el apóstol Pablo nos ayude y nos provea un poco de luz en este pasaje.
En 2 Corintios 4:6, el apóstol reconoce que el primer decreto en la Palabra de Dios, “Sea la luz”, contiene también la primera profecía de las Escrituras. Sus comentarios en este versículo contienen observaciones cruciales sobre este pasaje.
2 Corintios 4:6,
6 Pues Dios, que dijo que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo.
Las palabras del apóstol Pablo expresan mucho más que su inclinación por las metáforas, conectando: “Sea la luz” con la “luz de Cristo”. Luego continua en su narración, apuntando que esta luz brilla en las mentes y corazones de todos aquellos que son llamados por el Padre. El apóstol mantiene que el antiguo decreto de Dios, profetiza sobre la naturaleza y el alcance de la obra de Dios en la humanidad a lo largo de los milenios.
La Verdadera Luz Por venir – De las tinieblas resplandecerá la luz
Bajo la inspiración del Espíritu de Dios, Pablo “traduce” al griego el decreto de Dios de recibir luz con un verbo en tiempo futuro. The World English Bible, Darby Translation, Lexham English Bible y NASB traducen la expocicion de Pablo como: “De las tinieblas brillará la luz”. Tanto la versión Estándar Americana como la NASB lo traducen como: “La luz brillará de las tinieblas”. La versión Berkeley del Nuevo Testamento dice: “De las tinieblas la luz brillará”. Estas traducciones en ingles son fieles a los diversos textos griegos que expresan el verbo “brillar” en tiempo futuro.
2 Corintios 4:6 – Genesis 1:3,
6 seeing it is God who said, “Light will shine out of darkness,” who has shone in our hearts to give the light of the knowledge of the glory of God in the face of Jesus Christ.
(The World English Bible)
6 For God who said, “Light will shine out of darkness,” is the one who has shined in our hearts for the enlightenment of the knowledge of the glory of God in the face of Christ.
(Lexham English Bible)
6 Because [it is] the God who spoke that out of darkness light should shine who has shone in our hearts for the shining forth of the knowledge of the glory of God in [the] face of [Jesus] Christ. (Darby Translation)
6 For God, who said, “Light shall shine out of darkness,” is the One who has shone in our hearts to give the Light of the knowledge of the glory of God in the face of Christ. (NASB)
Para mi sorpresa, la Nueva Biblia de Las Américas, La Palabra de Dios Para Todos, Reina Valera Actualizada, lo traduce correctamente, (a pesar de mis dudas) pude encontrar este pasaje en la biblia en español.
6 Pues Dios, que dijo: De las tinieblas resplandecerá la luz, es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Cristo. (Nueva Biblia de Las Américas)
6 Porque el Dios que dijo: “La luz resplandecerá de las tinieblas” es el que ha resplandecido en nuestro corazón para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo. (Reina Valera Actualizada)
6 El mismo Dios que dijo: La luz brillará en la oscuridad, iluminó nuestro corazón para que conociéramos su gloria que brilla en el rostro de Jesucristo. (La Palabra de Dios para Todos)
Pablo vincula el antiguo decreto de Dios (Genesis 1:3), pronunciado el primer día de la creación del mundo físico, con su continua obra espiritual con la humanidad. El mismo Dios, afirma, que hace mucho tiempo, cuando creó los cielos y la tierra, el mismo Dios que ordenó la iluminación del vasto abismo, ordena que la luz brille en nuestras mentes, revelando así las cosas profundas de Dios.
Job 11:7,
17 ¿Alcanzarás tú las cosas profundas de Dios? ¿Alcanzarás el propósito del Todopoderoso?
Job 12:22,
22 El revela los misterios de las tinieblas y saca a la luz la densa oscuridad.
Daniel 2:22,
22 Él es quien revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con Él.
Si Él no proyectara esa luz acerca de la “Gloria de Dios”, nuestro conocimiento de Él se limitaría al de Su naturaleza y poder, nada más tal como se muestran en la creación física.
Romanos 1:20,
20 Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa.
Sin la revelación de Dios en nuestras mentes y corazones, no sabríamos (podríamos saber) prácticamente nada de Sus propósitos y planes para nosotros como individuos, ni mucho menos sus propósitos y deseos para la humanidad.
En otro lugar, el apóstol Pablo conecta puntos que nos dan una idea de cómo los humanos se enteran de los planes de Dios.
1 Corintios 2:9-11,
9 sino como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han entrado al corazón del hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman.
10 Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios. 11 Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Pero como está escrito: “Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni ha subido en el corazón del hombre las cosas que Dios ha preparado para los que le aman”. Pero Dios nos las ha revelado a través de Su Espíritu. Porque el Espíritu todo lo escudriña, sí, lo profundo de Dios. Porque ¿qué hombre conoce las cosas del hombre sino el espíritu del hombre que está en él? Así también nadie conoce las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios.
Nuestro Señor Jesucristo, es la auténtica Luz
Juan 12:46,
46Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo el que cree en mí no permanezca en tinieblas.
El ministerio de Juan el Bautista consistió en dar testimonio de la luz verdadera que alumbraría el corazón de todos los hombres y que había llegado al mundo.
Juan 1:8,
18No era él la luz, sino {que vino} para dar testimonio de la luz.
Juan 8:12,
12Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
En el libro de Isaias, se encuentra un profecía (como muchas otras), dirigida al pueblo De Dios, avisándole y animándole que ya es hora de levantarse. Esta profecía en si es muy similar a la condición espiritual en la que se encuentra su pueblo hoy en día. Es algo glorioso lleno de esperanza y verdad; después de esperar por siglos y milenios, por fin, llegó ese día tan esperado por su pueblo.
Isaías 60:1,
1Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.
Palabras muy parecidas a lo escrito por el apóstol Pablo en el libro a los romanos:
Romanos 13:11-12,
Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueno; porque ahora esta mas cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche esta avanzada, y se acerca el día.
El día tanto anhelado por los antiguos, los profetas, y miembros de su cuerpo por fin ha llegado; y la gloria De Dios cubrirá totalmente las vidas de aquellos llamados, elegidos, y probados, que juntamente con Cristo, serán parte del cambio universal, cumpliendo a cabalidad las palabras de Jesus: “Venga tu reino hágase tu voluntad.”
2 Corintios 3:18,
Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.
El profeta Isaías profetiza que la condición de su pueblo no es muy buena espiritualmente hablando, y exclama profundamente que es ya hora de levantarnos. Llegó el día cuando la gloria de Dios cubrirá totalmente las vidas de aquellos llamados, elegidos, y probados, que juntamente con Cristo, serán parte del cambio universal, cumpliendo a cabalidad las palabras de Jesús: “Venga tu reino, hágase tu voluntad”, el reino de Dios cubrirá la tierra con su gloria, así como las aguas cubren el mar.
Isaías 60:19,
19Ya el sol no será para ti luz del día, ni el resplandor de la luna te alumbrará; sino que tendrás al SEÑOR por luz eterna, y a tu Dios por tu gloria.
1 Pedro 2:9,
9 vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo {adquirido} para posesión {de Dios}, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Aunque parezca que no hay solución, que la humanidad está al borde de la ruina, el plan perfecto de Dios se esta llevando a cabo a pesar de todo lo que el hombre piense. No hay marcha atrás, fuimos escogidos antes de la fundación del mundo, santificados por la obra perfecta de Cristo aguardando el día cuando seamos uno con El, miembros todos de SU cuerpo; siendo parte de esa compañía de vencedores para traer verdadera justicia al mundo.
2 Pedro 1:19,
19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
Apocalipsis 22:16,
16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
2 Corintios 3:17,
17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
Es ese mismo Espíritu que por Su Palabra Viva y Eficaz trajo luz a una tierra oscurecida miles de años atrás. Él es el mismo Espíritu que ilumina las mentes oscurecidas y en tinieblas de aquellos que el Padre ha llamado.
Efesios 5:8,
8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz.
Isaías 9:2,
2 El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.
David también escribe sobre ese Espíritu:
Salmo 18:28,
28 Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.
2 Samuel 22: 1, 29;
1Habló David a Jehová las palabras de este cántico, el día que Jehová le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl.
29Tú eres mi lámpara, oh Jehová; Mi Dios alumbrará mis tinieblas.
El hecho de que Dios proporcione un segundo testigo de esta verdad en 2 Samuel 22:29 indica su compromiso. La circunstancia ordenada por Dios para Sus verdaderos hijos es simplemente esta: colectivamente, sirven como la luz del mundo, colocados donde todos pueden ser vistos. Esconder a su pueblo en monasterios, apartados de aquellos de mente oscurecida, no es el camino de Dios.
Mateo 5:14-16,
14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Pablo está de acuerdo y escribe: 5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. I Tesalonicenses 5:5
Aparte de esta declaración categóricamente definitiva, Dios se refiere a sus elegidos como “los hijos de la luz” en Lucas 16:8 (parábola).
Juan 12:36,
36 Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz.
Efesios 5:8,
8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
Filipenses 2:15,
15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares[a] en el mundo,
[a] O, estrellas, o, luces
Aquí es donde Pablo nos recuerda que somos “luces en el mundo”; es la voluntad de Dios que brillemos “en medio de una generación torcida y perversa”.
Luz que surge de la oscuridad
El uso que hace Pablo de la preposición griega ek (“fuera de”) en 2 Corintios 4:6 nos dice mucho acerca de cómo Dios ilumina las cosas. “Ek” connota “separación” o incluso “parto”, la separación de la madre y el recién nacido.
Por ejemplo, el primer uso de “ek” en el Nuevo Testamento se encuentra en Mateo.
Mateo 1:3:
3 Judá, padre de Fares y de Zera, cuya madre fue Tamar; Fares, padre de Jezrón; Jezrón, padre de Aram; (Fares y Zera eran “de” (es decir, “fuera de”) su madre, Tamar).
Sobre esto, un comentarista indica que ek “tiene un significado de dos niveles (“hacia y desde fuera”) que lo ubica hacia el resultado (desde las profundidades de la fuente y extendiéndose hasta su impacto en el objeto)”. No debería sorprendernos, entonces, que ek aparezca repetidamente en Juan 1:13;
13 los cuales nacieron no de sangre ni de la voluntad de la carne ni de la voluntad “de varón sino de (Ek) Dios”.
En particular, el apóstol no expone en 2 Corintios 4:6 que la luz brillaría en la superficie del abismo, sino que emanaría de las tinieblas. Desde o comenzando en la oscuridad, la luz brillaría. La luz no sólo ilumina la superficie, como lo haría un “rayo” de luz del sol, sino que emana desde abajo o desde dentro.
La luz creada por Dios es distinta de su Creador, tal vez brillando a kilómetros de distancia, desde el centro de la oscuridad misma. Es una luz discreta, una luz destructora de las tinieblas que arde en un lugar alejado de Dios, a diferencia de Él, por su naturaleza contraria a Él. En las imágenes de Génesis 1, brilla en el caos de Tohu y Vohu.
Génesis 1:2,
2La tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas cubrían la faz del abismo. Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”.
En el hebreo original, la frase “desordenada, sin forma y vacía” aparece como “Tohu Va-Vohu” y es difícil de traducir porque es un juego de palabras hebreas. Lo primero y principal que destaca es la capacidad del idioma hebreo para describir la “ausencia de cosas” en una o dos palabras SIN utilizar la forma negativa. En otras palabras, mientras que la traducción al inglés habla de cierta condición que se caracterizaba por la AUSENCIA de forma o “SIN FORMA”, el original hebreo describe la condición de la tierra como “Tohu Va-Vohu” que literalmente significa un “desierto vacío”. y es otra palabra para un desierto sin agua.
La gran diferencia entre las descripciones (la traducción al inglés, español versus el hebreo original) es que la descripción en inglés y español hace que uno imagine un desorden y un caos total. En contraste, la descripción hebrea no ilustra un desorden, sino que describe una tierra vacía y sin agua… una tierra sin montañas, árboles, ríos, etc. – una tierra que “espera” ser organizada y fructífera.
Si examinamos la SEGUNDA parte de este versículo “y las tinieblas cubrieron la faz del abismo”, encontramos que la palabra hebrea original para “el abismo” es “Tehom” que en hebreo bíblico en contexto significa “agua”. En realidad, la palabra abismo es una traducción errónea, debió ser traducida: océano.
Genesis 1:2,
2 Y la tierra estaba sin orden y vacía. Había tinieblas sobre la faz del océano, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. (Valera Actualizada)
La biblia Dios Habla Hoy, lo traduce de esta forma: 2 La tierra no tenía entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios se movía sobre el agua.
Pero exactamente el “mar antiguo” como se puede encontrar en una descripción de los Salmos:
Salmo 104:6,
6 El mar profundo cubría la tierra como si fuera un vestido. El agua cubría las montañas.
La Nueva Versión Internacional dice así: 6 la revestiste con el mar y las aguas se detuvieron sobre los montes.
Allí es más fácil entender cuál es la conexión entre “Tehom” (el antiguo mar) y “profundo”. El antiguo mar era tan profundo que cubría toda la faz de la tierra. Curiosamente, en hebreo moderno, la palabra “Tehom” significa “abismo” y se acerca más a la traducción de “la superficie del abismo”.
Ahora, si reunimos todos las fragmentos, nos podemos imaginar una posible imagen de la condición primaria de la Tierra. Más específicamente, la tierra, es decir, (el planeta tierra), que es la MISMA palabra en hebreo “Aretz”, era un desierto plano y vacío que estaba totalmente cubierto por un antiguo profundo mar. En este punto es más fácil entender el resto del versículo “y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”.
Sí, fue la luz de Dios… ya que Él la creó, lo que conmociona la oscuridad y el mar o abismo. Sin embargo, era separada de Él. La llama a existencia. Esta luz revela el poder transformador ilimitado del Espíritu de Dios mientras obraba, tal vez en un nivel molecular, para lograr los propósitos del Creador.
La palabra “brillar” aparece por primera vez en Mateo 5:15, donde Cristo les recuerda a sus discípulos que no esconde una lámpara, sino que la sitúa sobre un soporte para asegurar la máxima extensión de su iluminación.
Mateo 5:15,
15 ni se enciende una lámpara y se pone debajo de una vasija, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa.
En el versículo 16, Jesús les manda que sean ejemplo a los demás: “16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.
Note el pronombre posesivo: Cristo dice que la luz es: “vuestra luz”. Pablo evita los términos “luz de Dios”, “Su luz” o “Mi luz”, porque la luz en nosotros, aunque engendrada, creada por Él, enviada (ek) por Él y sostenida por Él, está, no obstante, separada de Él. Y dijo Dios: sea la luz. Dios es en esencia luz, pero esta creación es separada y aparte de Él. Esta luz arde en seres independientes, cada uno de los cuales estuvieron tan irremediablemente oscurecidos como lo fue el tohu y el bohu de Génesis 1:2.
A modo de analogía, consideremos a varias bombillas colocadas en diferentes puntos, en el mismo circuito, iluminando una residencia. Aunque reciben energía de la misma fuente (un generador eléctrico lejano), siguen siendo luces separadas.
Sofonías 3:5, el Generador de luz divina no fallará.
5 Jehová en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero el perverso no conoce la vergüenza.
Sin embargo, si cortamos el cable de alimentación que nos conecta a ese Generador, nuestra luz seguramente fallará. Esta realidad inexorable es el mensaje subyacente de Cristo con relación a la “Vid y las ramas”.
Juan 15:1-3,
1Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. 2 Toda rama que en mí no da fruto la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía.3 Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado.
Jesucristo es la Vid, la Vid verdadera. La unión de las naturalezas humana y divina, y la plenitud del Espíritu que está en él, se asemejan a la raíz de la vid que fructifica sin dificultad por la humedad de un suelo fértil. Los creyentes son ramas de esta Vid. La raíz no se ve, y nuestra vida está escondida con Cristo; la raíz sostiene el árbol, le difunde la savia, y en Cristo están todos los apoyos y suministros. Las ramas de la vid son muchas, pero, unidas a la raíz. Así, todos los cristianos, aunque en lugares diferentes, con opiniones distintas entre nosotros y aunque distantes unos de otros, se encuentran en Cristo. Los creyentes, como las ramas de la vid, son débiles y no pueden mantenerse en pie sino cuando son sostenidos. El Padre es el Labrador. Nunca ha habido un agricultor más sabio, tan vigilante con respecto a su viña, como Dios lo es con su iglesia, la cual, por tanto, debe prosperar. Es el derecho de la Primogenitura ser fructíferos.
Salmos 112:4,
4Luz resplandece en las tinieblas para el que es recto; El {es} clemente, compasivo y justo.
Separados de Cristo, nada podemos hacer. Cristo, morando en nosotros, nos llena de energía espiritualmente e individualmente. Aunque fortalecidos por el mismo Ser dinámico, cuyos recursos son inagotables, seguimos siendo entidades separadas, transformadas por Su luz.
3 Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado.
El pronombre es enfático. “Ya lo sois, a diferencia de otros que serán limpios en el futuro”.
Juan 13:10,
10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.
Por la palabra que os he hablado. —Mejor, “a causa de la palabra que os he hablado”. La palabra era la revelación de Dios para ellos, y por la razón de su poder moral, habían sido limpiados.
Juan 5:24,
24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida.
Juan 8:31-32,
31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Juan 12:48,
48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
Juan 17:10,
10 Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos resplandece mi gloria.
Dicho de otra manera, no somos un reflejo de la luz de Dios, como algunos erróneamente afirman. Más bien, somos la luz de Dios que brilla dentro de entes independientes.
Apocalipsis 4:2-6,
2 Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. 3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.
4 Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas. 5 Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.
Daniel 7:9-10,
9 Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. 10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.
Cuando caminamos en la misma luz en la que camina Cristo (1 Juan 1:5 – 5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.), somos como Él e increíblemente, en muchos sentidos, indistinguibles de Él. Sin embargo, no somos Él.
Juan 1:5 nos indica que las tinieblas no pudieron vencer la luz enviada por Jesucristo. En la antigüedad, Él enfrentó la oscuridad de tohu y bohu, transformándola en poco tiempo en una creación organizada y fructífera, capaz de facilitar Sus planes. Asimismo, nosotros, los receptores de la luz de Dios.
Nos transfiguramos de manera muy similar al Mesías, nuestras vidas gradualmente se vuelven más brillantes y hermosas a medida que Dios entra en nuestras vidas y nos volvemos como Él.
2 Corintios 3:18,
18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
Santiago 1:17,
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Dios habiendo profetizado que la creación seria plena de luz, continuará hasta que haya miles de billones de puntos de luz, cada uno de ellos distinguidos del Padre de las luces como seres separados, pero cada uno indistinguible de Él en términos de carácter y propósito.
El concepto de una creación con propósito, dirección y voluntad aparece en la narración del trono celestial en Apocalipsis 4:11, donde los Veinticuatro Ancianos afirman que Dios creó todas las cosas para proveer la realización de Su voluntad:
Apocalipsis 4:11,
11 Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
Romanos 11:36,
36 Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén.