Este padre, originador de la mentira, está en el centro de todas las mentes carnales. Recordando siempre que nuestra lucha no es contra carne o sangre, sino contra poderes en los lugares celestiales. El yelmo de la salvación es vital para mantener una mente sano.
Isaias 26:3: Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
Satanás ha hecho que los hombres piensen que está en otro lugar, y no en lugar en donde realmente se sienta. La palabra escrita es una fuente que revela la ubicación.
Efesios 2: 2: “en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo (Strong’s G2889 — Cosmos; el arreglo de cosas), conforme al príncipe (Strong’s G758 — Archon; Primero en rango o poder; gobernante, magistrado, príncipe) de la potestad (Strong’s G1849 — Exousia; En el sentido de habilidad; privilegio, fuerza, capacidad, competencia, influencia) del aire (Strong’s G109 — Aer; Respirar inconscientemente; por analogía, exhalar), el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,”
Él es “el príncipe del poder (autoridad, Grk) del aire”.
Podemos comparar el aire con el alma de la misma manera que el Lugar Santo del tabernáculo se relaciona con él. El tabernáculo tenía tres dominios, y también el hombre; que son su espíritu, su alma y su cuerpo. (Inspiración, Creación y Manifestación).
El espíritu es el origen de la inspiración, el alma es el lugar donde se crea la inspiración, y el cuerpo es lo que lo manifiesta.
El tabernáculo se componía del Lugar Santísimo, el Lugar Santo y el Patio Exterior, o el Atrio y así con el hombre, la inspiración comenzó en el Lugar Santísimo por el Espíritu de Dios, su formación tuvo lugar en el Lugar Santo, y luego se manifestó en el Atrio cuando los sacerdotes ministraban al pueblo. (Para algunas referencias sobre estos tipos que apuntan a realidades espirituales: Hebreos 8: 1-5, 9: 8-11, 23-24, Hebreos 10: 1, 2 Corintios 6:16, I Corintios 6:15 y 19)
Notaremos ahora lo que está contenido en el aire sobre el cual el diablo es príncipe, a saber, EL PODER o potestad. Usted ve, él no es el príncipe del aire en sí, como hemos mencionado es típico del alma, pero él es el príncipe de algo en el alma que es el poder y la autoridad en ese reino en particular.
Está claro que la única fuente primaria de poder y autoridad en el alma de cualquiera es su MENTE. La mente es el generador (poder) creador e iniciador (autoridad) de pensamientos e imaginaciones, buenos o malos, que a su vez motiva al cuerpo a llevar a cabo lo que se creó en él.
Sin embargo, pocos se dan cuenta de que la serpiente ha sido elegida para ser el príncipe sobre esta poderosa autoridad (Génesis 3:14 y 19 y Efesios 2:2). Como él es el gobernante de esa autoridad (los poderes terrenales y creativos de la mente), está ocupado con sus deberes de transmitir las cosas desde el alto orden de razonamiento de Dios al orden más bajo de razonamiento del hombre.
Santiago 3:15: “porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.”
Este mentiroso también es muy consistente, ya que solo puede traducir de una manera. Siempre transmite pensamientos corruptos y revelaciones carnales, porque esto es todo lo que la mente del hombre puede recibir.
Isaías 27:1: “En aquel día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar.”
Lucas 8:18: “Mirad, pues, cómo oís; porque a todo el que tiene, se le dará; y a todo el que no tiene, aun lo que piensa tener se le quitará.”
Cuando habla, es mentira, no puede hablar verdad, porque no hay verdad en él. Génesis 3:14: Por lo tanto, como la mente de Cristo (Edén, el Jardín de Dios) y el Espíritu Santo (la paloma) son inseparables y van de la mano propagando la vida y la paz, también lo son la mente carnal (el campo) y el espíritu del diablo (la serpiente) como uno para producir y manifestar la evidencia de disimulación, pecado y muerte.
Junto con la evidencia de la muerte, podríamos notar el núcleo de las muchas facetas de la muerte, y se afirma claramente que no son de Dios.
1 Juan 2:16: “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.”
Por un lado, cuando vemos la evidencia del poder sobrenatural de la vida santa en las personas, el veredicto es: DIOS VIVE. Por otro lado, cuando vemos la evidencia del poder de la muerte en la humanidad, debemos concluir por lo obvio.