He enseñado la Biblia por un tiempo, lo suficiente como para darme cuenta que en cada tema que sea presentado, alguien siempre tiene otro punto de vista.
Usted puede tener un juicio diferente al mío, pero el criterio o uno de los mayores fundamentos con relación al mensaje del reino, es nuestro Señor Jesucristo, el sacrificio de su muerte, su resurrección de los muertos y su victoria sobre la muerte. Él trajo el mensaje del Evangelio del reino, el apóstol Pablo dijo que si lo hacemos a nuestra manera, con nuestras propias ideas y prejuicios, somos un fiasco. No me interesa que gran predicador o estudiante de la biblia sea usted, inclusive puede ser un gran nacionalista, con la revelación (humana) de fundar una nación cristiana para el servicio de Dios, con la idea de fundar el Reino de Dios, inclusive puede tener documentos que prueben la validez de esa patria.
Pero si nos olvidamos de la Cruz, y la verdad fundamental de la cristiandad apostólica, la muerte y resurrección de Jesús de entre los muertos, somos un total fracaso.
1 Corintios 1:17-20,
17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.
19 Pues está escrito:
Destruiré la sabiduría de los sabios,
Y desecharé el entendimiento de los entendidos.20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?
No conocemos a Jesucristo por medio de una acumulación de conocimiento. No conocemos a Dios por medio de una recolección de hechos y datos. No conocemos a Dios por medio de cómo saber usar esos medios y antecedentes, porque esos mismos datos nos llevarían a un lugar en donde no conoceremos a Dios.
21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
A pesar de todo el conocimiento y avances tecnológicos que el mundo pueda alcanzar, jamás llegarán a conocer la mente de Dios ya que rechazan al único medio por la cual la pueden poseer: Jesucristo.
22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;
23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;
24 pero para los que Dios ha llamado, lo mismo judíos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios.
*Llamados – del griego κλητός klētós, klay-tos’; invitados, i.e. nombrados o designados, o (especialmente), un santo: —llamados.
En vista de la Cruz, todo nuestro poder es debilidad, para los judíos un tropezadero; piense en estas palabras. Ahora, para “los llamados” invitados, sin importar raza, condición, educación, ya sean judíos o gentiles; Cristo poder de Dios y sabiduría de Dios. Eso es queridos hermanos, es para nosotros.
25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
No hay manera de que el hombre pueda elevarse hasta los cielos, como ejemplo tenemos al rey Nabucodonosor. Solamente hay un camino, solo hay un mediador entre Dios y los hombres. La pregunta sería: ¿qué o cuál es la debilidad de Dios? Sus caminos son superiores a los nuestros, y sus pensamientos, inalcanzables para una pobre mente, carente de esa virtud espiritual que es Jesucristo.
La perspectiva judía
Esto es muy extenso para poder presentar en este momento la perspectiva judía de la Cruz, pero haré lo posible brevemente; todo lo que el apóstol Pablo nos dice en una palabra incierta, unas frases enfáticas.
23para los judíos ciertamente tropezadero,
No pueden cruzar. No pueden caminar. Jesucristo se vuelve para ellos tropiezo. No pueden pasar debajo, ni arriba, no pueden llegar porque es una piedra de tropezón. Jesucristo es un obstáculo para que alcancen el conocimiento de Dios.
Mateo 12:38-40,
38 Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.
39 El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.
40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
El apóstol Pablo en su carta a los corintios dijo que los judíos piden señales. ¿Cuál fue la señal más grande para el judío en los días de Cristo? ¿Cuál es la señal más grande para los judíos de hoy en día? ¿Y a cada judío, entre ese momento de vida y hoy presente?
Cuando digo judío, no hablo de un verdadero judío, debemos saberla diferencia. Hay muchos llamados judíos, que no son judíos verdaderos. Un judío verdadero no escupe el nombre de Jesús, les dijo a los escribas y fariseos que les daría una señal, su muerte y resurrección era la señal más grande que podían ver. Porque así como Jonás estuvo en el vientre del pez por tres días y tres noches, él estuvo en el corazón de la tierra por tres días y tres noches y esa sería la señal más grande para esa generación perversa y adúltera.
Romanos 2:29 Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
29 Pues es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Dios.
Ahora, veamos el criterio y el centro del asunto, lo que hace la diferencia entre un citado judío y un verdadero judío, es la Cruz, la cruz de Cristo.
En este capítulo 12 de Mateo vemos también la blasfemia contra el Espíritu Santo y eso en sí mismo provee a que estos dos testigos se levanten en el día del juicio contra esa generación y esto es lo que dice:
Mateo 12:41-42,
41 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar.
42 La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.
Y vemos también que las palabras de Cristo fueron un testimonio en contra de ellos.
Mateo 16:1-4,
1 Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.
2 Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.
3 Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. !!Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, !!mas las señales de los tiempos no podéis!
4 La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y dejándolos, se fue.
Señales, señales y más señales… Solo poner una señal en la carretera, no cambia absolutamente la dirección del camino. Hay momentos que la tempestad es simple eso, tempestad.
Juan 6:28-30,
28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?
Existen finales. Existen comienzos. Y en ocasiones coinciden con el final de alguna cosa marcando el comienzo de otra. Pero algunas veces es simple un largo espacio entre un final, un tiempo cuando parece que todo ha terminado y nada puede comenzar de nuevo. Una generación totalmente incapaz de percibir con el corazón.
Juan 3:20,
20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
Juan 7:31,
31 Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace?
Lucas 23:8-12,
8 Al ver a Jesús, Herodes se alegró en gran manera, pues hacía mucho tiempo que lo quería ver por lo que había oído hablar de Él, y esperaba ver alguna señal que Él hiciera. 9 Lo interrogó extensamente pero Jesús nada le respondió. 10 Los principales sacerdotes y los escribas también estaban allí, y lo acusaban con vehemencia. 11 Entonces Herodes, con sus soldados, después de tratar a Jesús con desprecio y burlarse de Él, lo vistieron con un espléndido manto. Después Herodes lo envió de nuevo a Pilato. 12 Aquel mismo día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes habían estado enemistados el uno con el otro.
Pero ese no es el testimonio más grande contra ellos, había algo inevitable, algo que jamás pensaron sería contra ellos… Leamos las palabras de Jesús en el libro de Juan capítulo cinco.
Juan 5:31-35,
31 Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
32 Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.
33 Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad.
34 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos.
35 Él era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.
Jesucristo les da completo testimonio de su deidad, existen pruebas indudables de la deidad de Jesucristo, pero en el libro de Juan capítulo cinco, solo menciona a cuatro testigos:
Testigo 1: Juan el Bautista
Testimonio 2: Sus propias obras:
36 Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado.
Cuando él dijo esto, todavía no había ocurrido su muerte, el testimonio más grande, fue su resurrección.
Testimonio 3: el Padre mismo.
Juan 5:37-38,
37 También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto,
38 ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis.
Testimonio 4: Las escrituras.
Juan 5:39,
39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
Juan 5:40,
40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida.
Es triste saber que hay personas que prefieren continuar en oscuridad que llegar a la luz, la vida de que él hablaba, no era una vida común, no era tampoco un tiempo definido, era una vida eterna y aun así hay quienes prefieren seguir muertos en delitos y pecados, que llegar Jesús para que les de vida eterna.
Juan 5:41-42,
41 Gloria de los hombres no recibo.
42 Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.
Verdaderamente que no hay nadie como nuestro maestro, nuestro humilde salvador. Leámoslo de nuevo: gloria de los hombres no recibo. Una contradicción muy grande para hoy en día, en donde aún entre la llamada cristiandad se busca con gran ansiedad esa vanagloria de los hombres, reconocimientos, títulos, maestrías de diferentes clases, halagos sin límite. La Iglesia llamaba cristiana, ha sido absorbida por el misterio Babilonia, donde si abunda el orgullo de la vida, aplauso, riqueza, popularidad, ese sí que es el nombre del juego.
¿Cuál es el centro del asunto? ¿Cuál es la señal más grande? La Cruz.
Regresemos a nuestro texto inicial en donde el apóstol Pablo le habla a los corintios.
1 Corintios 1:25,
25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
La perspectiva judía de la Cruz, es una vista de debilidad. Cuando el mesías se entregó a sí mismo, vino como el siervo sufrido de Jehová mencionado por el profeta Isaías. Cuando vino y murió en esa cruz, eso era debilidad para ellos, los escribas y fariseos buscaban liberación por medio de una rebelión en contra de Roma, pero el sirviente sufrido, en vez de darles la liberación que tanto buscaban, entregó voluntariamente su vida y murió. Para ellos fue una gran decepción.
Por eso es que Pablo hace el contraste, es debilidad, pero para nosotros: es poder de Dios.