Estos han sido momentos de prueba para el mundo entero, ya que Dios moverá todo aquello que no es suyo de su lugar, posición y pensamiento. No debe ser sorpresa todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, es solamente la remoción de las cosas temporales.
Hebreos 12:26-27 Reina-Valera 1960 (RVR1960),
26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.
Dios es soberano y su control es absoluto sobre todo lo creado. Aunque las naciones teman. Una de las lecciones que he aprendido en vida propia es acerca de la soberanía de Dios. No todo lo que vemos es cierto, mucho menos lo que sentimos o pensamos. Hasta que nuestro pensamiento sea sometido al suyo, si nuestra voluntad sigue en pie, hasta que nuestro orgullo continúe diciendo: “yo soy”, estaremos lejos de su bendita paz, seguiremos en confusión luchando por comprender nuestra propia naturaleza y nuestro verdadero origen. ¿Quién soy?
La creación está sufriendo dolores de parto. El hijo varón esta pronto por nacer, pronto traerá armonía a una creación gimiente; de esclavitud a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Lo que una vez se perdió allá lejos en edén, ese árbol de la vida, ahora está accesible a todos.
Adan, fue rechazado, detenido e impedido para que tomase del árbol de la vida y viviese una eternidad en esa condición de pecado. Eva, su esposa muerta en delitos y pecado también fue rechazada. Ahora la esposa del cordero reconciliada a Dios a su verdadero esposo tiene total acceso al árbol de la vida.
Sabemos que somos de Dios. Aunque los montes tiemblen no debemos temer, ya que nuestro Dios ha prometido estar con nosotros hasta el fin.
Jeremías 10:2,
2 Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman.
Joel 3:16,
El SEÑOR ruge desde Sion y desde Jerusalén da su voz, y tiemblan los cielos y la tierra. Pero el SEÑOR es refugio para su pueblo y fortaleza para los hijos de Israel.
Es tiempo de prueba. Vienen a mente las palabras del rey David a su hijo Salomón antes de su muerte: esfuérzate y sé hombre.
Hageo 2:6,
Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca
Esto es con el propósito de que permanezcan solo las cosas inmovibles, lo eterno, todo lo que es nacido de Dios, como el monte de Sion que no se mueve sino que permanece para siempre. Obviamente no está hablado de la estratosfera. Los cielos, tierra y mar son usados en simbolismo bíblico, como el cosmos dominante en cada cielo y cada tierra hasta el establecimiento de su reino.
Hageo 2:7,
El Señor Dios dice: “haré temblar a todas las naciones; vendrá el Deseado de todas las naciones y llenaré de gloria esta Casa, ha dicho Jehová de los ejércitos
La gloria de Jehová llenará su casa, su templo, el cual sois vosotros.
Hageo 2:8-9,
Mía es la plata y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. La gloria de esta segunda Casa será mayor que la de la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos
Dios no miente, su palabra no pasará, es eterna como su creador, el cielo y la tierra dejan de existir, pero no su palabra. Esa es nuestra confianza y seguridad.
Hebreos 12:26-28,
26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.
28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
