Su Fundamento

Continuando al Llamado

A los llamados y rociados con su sangre, saludos en el nombre de nuestro señor Jesucristo.

Después de un largo y tedioso trayecto, gracias infinitas doy a mi padre que me concede de nuevo el privilegio de compartir por este medio, lo que arde en el alma y desea ser escuchado. Las coincidencias no existen. Aquellos que tienen sed de justicia y verdad, sin importar distancias o fronteras, sean bienvenidos.

Nuestro espíritu siempre anhela conocer cómo fuimos conocidos, y la verdad que ha estado impresa en nosotros como herederos del reino, siempre lo testifica, ya que somos miembros de su cuerpo cada uno en particular.

Las promesas de Dios son infalibles. Aunque todo a nuestro alrededor diga lo contrario, y parece indicar que la luz de la esperanza se apaga, siempre existe ese brillo de ardor que consume nuestra alma. Ese calor que defiende su dominio y derecho a la vida en Cristo Jesús, nos constriñe, ya que esa vida es nuestra y a la que hemos sido llamados para ser participes desde antes de la fundación del mundo.

No os sorprendáis por todo lo que acontece hoy en día, vemos muchos elementos proféticos que anuncian una verdad… ceguera en parte a Israel, una economía mundial en crisis, una iglesia confusa solo esperando ser llevados de este mundo en el rapto, esos llamados profetas puestos en la balanza.

Sofonías 3:1-3,

Ay de la ciudad rebelde y contaminada y opresora! No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Jehová, no se acercó a su Dios. Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana. Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley. Jehová en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero el perverso no conoce la vergüenza.

Aun así, y a pesar de todo lo que vemos, Dios removerá el velo que ha cubierto la mente, sentir y corazón de los pueblos.

Isaías 25:7,

Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones.

El reino de Dios está entre y en nosotros. Para verlo, debemos nacer de lo alto. Sus santos profetas lo anunciaron desde al antigüedad.

El misterio fue revelado a Daniel, estando en el cautiverio Babilónico, y quien lo revela al rey Nabucodonosor.

Daniel 2:27-29,

27 Respondió Daniel ante el rey, y dijo: En cuanto al misterio que el rey quiere saber, no hay sabios, encantadores, magos ni adivinos que puedan declarar lo al rey. 28 Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios, y El ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los días. Tu sueño y las visiones que has tenido en tu cama eran éstos: 29 A ti, oh rey, en tu cama te surgieron pensamientos sobre lo que habrá de suceder en el futuro,

“Lo que sucederá al fin de los días”. Mas explicito no puede ser. Daniel describe la sucesión de reinos bestiales hasta el establecimiento del único y legitimo reino. El reino de Dios sobre la tierra, quien prevalece sobre todos los demás.

Entonces fueron desmenuzados, todos a la vez, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro; quedaron como el tamo de las eras en verano, y el viento se los llevó sin que quedara rastro alguno de ellos. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra.

El profeta Daniel prosigue honrando al Dios y creador de todas las cosas.

Daniel 3:10-22,

19 Entonces el misterio fue revelado a Daniel en una visión de noche. Daniel entonces bendijo al Dios del cielo. 20 Daniel habló, y dijo:

Sea el nombre de Dios bendito por los siglos de los siglos,
porque la sabiduría y el poder son de Él.
21 Él es quien cambia los tiempos y las edades;
quita reyes y pone reyes;
da sabiduría a los sabios,
y conocimiento a los entendidos.

Porque la tierra será llena del conocimiento dela gloria de Jehová así como las aguas cubren el mar. De eso no existe ninguna duda.

Hoy en día Dios está despertando, preparando y equipando a un pueblo en el nombre de nuestro salvador y rey, para manifestar Su luz, y Su verdad a una generación perversa llena de oscuridad espiritual en esta edad presente. Los cielos y tierra actuales están reservados por su palabra para el fuego, guardados para el día del juicio y destrucción de los impíos. En este presente, lo han absorbido TODO, así como vemos en la parábola de la Levadura.

Mateo 13:33,

33 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.

Este ha sido un tiempo muy difícil para mi individualmente; jamás imaginé todo lo que pasaría estos dos años. Continúo luchando físicamente, solo les pido sus oraciones para mi restauración y que nuestro Señor fortalezca mi cuerpo.

Para todos aquellos que así como yo estamos pasando por dificultades, los invito a que levantemos nuestras cabezas,  porque el tiempo de nuestra redención está cerca.

Como dijo el apóstol: “porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Corintios 4:17-18).

La fe en nuestro salvador no se agota. Creo enfáticamente sin tambalear o titubear, que todo lo que Dios permite y pasan son para nuestro bien, y confío en su gracia que es superior a toda la inseguridad e insuficiencia humana.

Filipenses 1:6,

6 Estando confiado de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;

Estamos plenamente convencidos que todo lo que él ha comenzado es fiel y capaz de completar. Este camino no es nuestro, no es por nuestras habilidades y esfuerzo, es solo por su gracia.

La fe no es una simple creencia o un entendimiento intelectual. Es la disposición a confiar, creer y aferrarse.

Romanos 8:35-39,

35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

El Señor me mostró en el año 2019 (noviembre) un gran evento trascendental que cambiaria la trayectoria de la humanidad. Tiempo de guerra espiritual. Esto traería confusión, desilusión, división, depresión, conflicto; otros fueron llenos de euforia, fanatismo, ilusión de que la corrupción e injusticia seguirá en el poder, como había estado por miles de años; y para unos pocos, esperanza — un tiempo de confusión y reflexión que a su vez es un tiempo de revelación.

Estamos viviendo algo nunca antes visto por los hombres. El mal es visto como el bien; tendencias ideológicas se enfrentan cara a cara en la arena mundial, mientras los habitantes de la tierra nos convertimos en sus jueces.

Isaías 5:30,

¡Ay de ustedes, que llaman bueno a lo malo, y malo a lo bueno; que convierten la luz en oscuridad, y la oscuridad en luz; que convierten lo amargo en dulce, y lo dulce en amargo!

Prestemos atención, no sea que seamos engañados. Todos los actores en todo el mundo están presentes en el escenario, el telón está abierto y el gran maestro, escritor, y director ha tomado el control de cada escena desde su principio hasta su fin. Esta obra maestra se cumple delante de toda su creación que gime a una con dolores de parto.

Romanos 8:22-25,

22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23 y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.

No es tiempo para desmayar, ni tiempo para dormir. No es tiempo para mirar hacia atrás. Es tiempo de atesorar para que nuestras vasijas estén llenas de aceite al igual que nuestras lámparas.

2 Corintios 4:16-18,

16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Que Dios ilumine nuestras mentes y llene nuestros corazones con su presencia y que juntos podamos caminar hacia ese supremo llamamiento en Cristo Jesús, porque para eso hemos sido llamados.

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