Su Fundamento

La Revelación de Jesucristo — Parte 2

Un Libro Escrito y Sellado

Los primeros cuatro versículos en el capítulo cinco de Apocalipsis nos hablan del libro/rollo/pergamino en la mano derecha del que está sentado en el trono (Jesucristo). Este libro es sellado con siete sellos; para abrirlo alguien debe desatar sus sellos. Esto es imperativo y necesario para la salvación de la humanidad, para la restauración de la raza de Adán.

Apocalipsis 5:1-4;

1 Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera,sellado con siete sellos. 2 Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? 3 Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo. 4 Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.

Vemos a Jesucristo el Señor, en su Deidad creativa y en su Divinidad majestuosa, sentado en el Trono con el libro en su mano derecha. Pero la palabra indica que este libro debe ser abierto, no por Dios, pero por un hombre. Y no encontraron a ningún hombre ni en el cielo, ni en la tierra ni debajo de la tierra digno de abrir el libro. Y Juan, en esta escena representando a la raza humana, lloraba mucho de angustia y dolor porque no se encuentra a nadie digno de abrir el libro, ni leerlo, ni aun mirarlo.

La esperanza y el temor son inseparables y no hay temor sin esperanza, ni esperanza sin temor. Vemos que la esperanza aparece en el versículo cinco como los rayos de luz en la mañana, se escuchan buenas noticias, diciendo: “No llores”.

Apocalipsis 5:5,

Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá,la raíz de David,ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.

Finalmente encontraron a alguien digno de desatar sus sellos y que venció, el único de entre los nacidos de mujer que fuese digno de abrir el libro. ¡Buenas noticias para la raza humana! Este quien ha vencido, quien fue justo, llegó y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. ¿Pero quién es este hombre que toma el libro de Jesucristo, el Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?

El León de la tribu de Judá

¿Quién puede ser este hombre? Solamente existe alguien en la Biblia que completa esta descripción: Jesucristo de Nazaret.

Apocalipsis 22:16;

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David,la estrella resplandeciente de la mañana.

Isaías 11:1;

Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástagoretoñará de sus raíces.

El León de la tribu de Judá, raíz de David, quién ha vencido.

Apocalipsis 5:6-7;

6 Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. 7 Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.

Juan 1:29;

El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Ahora para la identidad de este cordero, veamos Colosenses 1:14; “…en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.”

De nuevo, digo que es Jesús, el hijo de Dios, quien con su sangre nos ha redimido para Dios.

Apocalipsis 1:5;

y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,

No existe nadie más ni en el cielo, ni en la tierra que pueda cumplir con estos detalles. Es el Cordero de Dios quien toma el libro, simplemente Jesús de Nazaret, el hijo de Dios.

Descendió de su Gloria

Ahora llegamos a la parte extraña de esta historia en estos dos capítulos. Vemos que las escrituras nos enseñan y revelan sin duda alguna quien fue el que se sentó en el trono con el libro en su mano derecha, este es Jesucristo. Pero también vemos de acuerdo a la escritura, que el que viene y toma el libro de la mano derecha del que está sentado en el trono fue también Jesucristo. ¿Como puede ser posible? ¿Es este un error? ¿Es esto confusión? ¡No! Hay una gran bella y gloriosa verdad escondida allí, una verdad que sólo puede ser revelada por el Espíritu de Dios a esos que tienen oídos para oír y corazones para recibir.

Vemos el cuadro de Jesús, en su Divinidad creativa, sentado en el trono. Toda la descripción de él aquí representa Deidad, Todopoderoso, Dios. El tiene el libro, y él tiene la habilidad.

Pero para que el hombre pueda participar de lo que este libro contiene que es la vida creativa de Dios, este libro debe ser abierto solamente por un hombre.

Si Dios, en sus poderes de deidad, abre este libro, entonces el hombre en su estado y de un nivel más bajo, nunca podrá recibir los beneficios de él y no habría una salvación. La muerte sería el destino para la humanidad.

Salmo 62:9,

Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón; Pesándolos a todos igualmente en la balanza, Serán menos que nada.

Y después de una larga y exhaustiva búsqueda, es incuestionable el fracaso del hombre. No existe ni un tan solo hombre digno de abrir el libro. La raza de Adán falló por completo para producir un salvador. No ha producido ni uno, no ha producido un hombre que sea justo.

Romanos 3:10-18,

10 pues las Escrituras dicen:

«¡No hay ni uno solo que sea justo!
11 No hay quien tenga entendimiento;
no hay quien busque a Dios.
12 Todos se han ido por mal camino;
todos por igual se han pervertido.
¡No hay quien haga lo bueno!
¡No hay ni siquiera uno!
13 Su garganta es un sepulcro abierto,
su lengua es mentirosa,
sus labios esconden veneno de víbora
14 y su boca está llena de maldición y amargura.
15 Sus pies corren ágiles a derramar sangre;
16 destrucción y miseria hay en sus caminos,
17 y no conocen el camino de la paz.
18 Jamás tienen presente que hay que temer a Dios.

Ezequiel 22:30;

Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.

Como la raza de Adán había fracasado rotundamente en producir un tan solo hombre justo y digno para abrir el libro, Dios llama a existencia una nueva creación.

Apocalipsis 3:14;

Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios,dice esto:

Un nuevo hombre está siendo creado en Jesucristo, santo y justo.

Efesios 4:24,

y vestíos del nuevo hombre,creado según Diosen la justicia y santidad de la verdad.

Para poder llevar acabo esta obra maravillosa, él tiene que dejar su estado divino, dejar su gloria, venir a ser como uno de nosotros, participar de la simiente de Abraham, y vencer todo lo que se desafía la raza humana. Si él hubiese fallado en un solo punto simplemente, la nueva creación estaría destinada a la destrucción. ¡Pero gracias a Dios, él no falló! La nueva creación se comprobó digna de tomar el libro.

Filipenses 2: 5-9;

5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,

6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,

Dios exaltó a este hombre Jesús, el único justo quien merecía todas las cosas, y también recibió todo eso que antes solamente estaba en la mano derecha de Dios.

2 Corintios 8:9;

Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

Éste es el precio que él tuvo que pagar por nuestra redención. Fue un precio muy verdadero. No fue solamente en teoría. Jesús en realidad vino de la deidad a la humanidad. Aún así no surgió de la raza de Adán, ni de la simiente del hombre, pero él nació de la simiente de Dios. Eso quien había venido a ser humano era, en la sustancia más básica, la misma palabra (Logos) de Dios.

Dualidad – Señor y Cristo

Hechos 2:36;

Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

¡Leemos que este mismo Jesús es ahora Señor y Cristo! Como Señor, él se sienta sobre su trono en su deidad creativa, Dios Todopoderoso, Padre Eterno, el Dios del vencedor. Esto nos enseña su relación con Dios el padre. El es uno.

Juan 10:28-30,

28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30 Yo y el Padre uno somos.

Juan 14:8-10,

Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

Juan 12:45,

45 Y el que me ve, ve al que me ha enviado.

Colosenses 1:15,

15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénitode toda creación.

Hebreos 1:3,

Él esel resplandor de su gloria y la expresiónexacta de su naturaleza, y sostienetodas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

Como Cristo (el hombre ungido) le vemos en su relación con su cuerpo, el hijo del hombre como la piedra angular del templo, el primogénito de muchos hermanos. Como señor, él está llevando a muchos hijos a la gloria, y como Cristo no se avergüenza de llamarnos hermanos.

Hebreos 2: 10-11;

10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. 11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,

Como Señor, él es uno con el padre. Un solo Dios. Pero como Cristo, él es uno con nosotros. Un solo cuerpo.

Colosenses 2:9;

Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,

Efesios 1: 22-23;

22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

Cuando suma todo esto en su totalidad, Jesucristo es Nuestro Señor y el centro de toda sabiduría. Él es nuestra sabiduría, justicia, y redención.

El Traspaso de Vida

Ahora nosotros vemos la vida de Dios surgiendo del ámbito de la deidad al ámbito de la humanidad. Ahora notamos el reino de Dios traído a la tierra. Y aquí está la naturaleza y el carácter de Dios hecho disponible para quienes antes eran miembros de la raza de Adán, pero ahora nacidos de nuevo a una nueva creación, a la imagen de aquel quien es justo y merecedor.

Todo esto fue hecho por medio de la intervención de aquel quien estuvo dispuesto de dejar su trono de gloria y venir a ser carne, carne humana. Todo esto ha estado en la mano derecha del Dios Todopoderoso en el Trono y ahora pasa a las manos del hombre Jesús quien ha pasado a través de la muerte y que ha conquistado todos sus enemigos.

Toda la autoridad que una vez le perteneció al Dios invisible, ahora está a disposición del hombre a través de la persona del hijo de Dios. Entonces la gloria que él tuvo una vez antes que el mundo fuese, mientras estaba en la forma de Dios como deidad, ahora está envuelta en la forma del hombre como (la humanidad).

1 Timoteo 2:5,

Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.

2 Corintios 5:21,

Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.

Jesús cerró el espacio entre Dios y el hombre. El trajo la vida y la naturaleza de Dios a esta tierra en un cuerpo humano visible. Y él tomó esta carne humana, la glorificó, y la llevó de regreso al cielo a la sola presencia del Dios Todopoderoso.

Juan 16:14-15,

14 El me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que Él toma de lo mío y os lo hará saber.

Juan 13:31,

Entonces, cuando salió, Jesús dijo: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en El.

¿Qué significa para nosotros? Significa que, como su cuerpo, estamos destinados a estar con él, en el estado que sea. Como él es, nosotros somos.

Ya no más es el libro de la vida, la naturaleza de Dios, y su gloria disponible solamente en el plano de la deidad donde no se puede alcanzar nunca.

Pero Jesús ha prevalecido y ha traído a nosotros la naturaleza de Dios. Así las bendiciones del cielo y su vida misma han llegado a nosotros a través de Jesucristo, y en nuestra asociación con él. Somos asociados con él en su deidad, como hijos de Dios, donde él puede derramar su propia naturaleza divina, y por medio de eso él puede manifestarse asimismo a todo el mundo.

Estamos asociados con él en su humanidad, como hermanos, como herederos con Cristo, con quien podemos tener comunión y compartir su grande y gloriosa herencia.

Su humanidad nunca fue destruida, pero él tomó esa sangre, o la vida de la carne de regreso al Padre para la eternidad. De la misma forma que la sangre de los machos cabríos era tomada en el día de la expiación más allá del velo hasta el Lugar Santísimo y colocada en el Trono de la misericordia en la presencia de Dios, así la vestidura o velo de carne que Jesús usó en esta tierra fue resucitada y tomada a la presencia de la Deidad.

Apocalipsis 5:8-11;

8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; 9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. 11 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,

Hay quienes piensan que su cuerpo ya no existe, y que nunca le veremos de nuevo en ese cuerpo. Pero la Biblia declara que le veremos, y que él transformará nuestros cuerpos presentes a semejanza de su cuerpo, el cuerpo que ahora posee en su gloria.

Filipenses 3:21,

21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

Adoraremos a quién es merecedor y justo, quien ha vencido para abrir el libro.

Tres es el número de la Plenitud Divina y Perfección

Apocalipsis 4: 11; – Tres sujetos que tienen que ver con la deidad.

Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

  1. Gloria  2. Honra   3. Poder

Apocalipsis 5:12,

que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.

Siete atributos (incluyendo los tres dados en su deidad) ahora pertenecen al cordero perfecto quien fue digno y merecedor. Todas las bendiciones de la deidad más cuatro, las bendiciones de la tierra, el Cetro de Juda y La Primogenitura le pertenecen a esta nueva creación.

Si, cielo nuevo, y tierra nueva. Esta es la nueva creación. Y Jesucristo mismo, quien ha sido exaltado sobre todo nombre que es nombrado y quien es uno con el padre, el siempre será la cabeza de esta nueva creación. Porque él es, y siempre será, uno con su cuerpo. Y a través de este cuerpo gobernará y reinará por los siglos de los siglos. Algo que tenemos que recordar, la humanidad estará siempre en sujeción a la deidad.

1 Corintios 15: 27-28;

27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies.Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas.28 Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

Todas las cosas estarán en sujeción bajo los pies de Cristo y su cuerpo, es manifiesto que la Deidad no estaba bajo los pies de la humanidad. Así el hijo en su humanidad, el cuerpo entero de Cristo, estará siempre sujeto a Jesucristo el señor en su Deidad, para que Dios sea todo en todos.

Verdaderamente podemos decir con el apóstol, y las aflicciones de este tiempo no se comparan con la gloria que será manifestada a los hijos de Dios.

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