Su Fundamento

La Vasija Rota – Jerusalén (Parte 1)

La Hipocresía y Fracaso de Jerusalén – 

Veamos un tema que los cristianos en su mayoría nunca han leído o escuchado, un mensaje de esta naturaleza puede transformar la manera de ver las escrituras; considerando a los profetas y a Jesús como voceros de estos acontecimientos de grandes repercusiones para Jerusalén y el mundo entero, debemos prestar atención a todos los eventos que están sucediendo en torno del estado israelí moderno. 

Me atrevería a decir que este tema, no por falta de importancia, sino por el problema de la apostasía entre la Iglesia a lo largo de los últimos cien años, y por eso muchas de estas grandes verdades de la Palabra de Dios ya no se enseñan. Este es uno de esos. La idea que los judíos son el pueblo escogido de Dios se escucha entre los que han sido lavados con la sangre del cordero y quienes han confesado a Jesús como Señor. Si los judíos son el pueblo escogido de Dios, ¿Quiénes son los cristianos?

Veamos un poco de historia que podría hacernos cambiar de opinión, especialmente visto desde la perspectiva de los profetas que fueron enviados con un mensaje de alerta para Jerusalén e Israel. 

Existe un paralelo muy estrecho entre la ciudad de Babilonia y la ciudad de Jerusalén. No, no es blasfemia. Quiero que veamos detenidamente la terminología usada en las escrituras con relación a Jerusalén. Pienso que nos ayudará a comprender esta relación muy íntima y desastrosa entre estas dos ciudades y destinos.

Cuando nos referimos a Jerusalén, la mayoría tiende a confundir profecía bíblica ya que Jerusalén es una ciudad que existe actualmente — lógico de asumir que debe referirse a la Jerusalén actual. En cambio, Babilonia dejó de existir muchos siglos atrás; por lo tanto, debe tratarse de otra entidad espiritual, ciudad o sistema.

Apocalipsis 17:5,

y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.

“Babilonia la grande” era una referencia a Jerusalén, la ciudad “donde el Señor fue crucificado”, según el libro de Apocalipsis.

Apocalipsis 11:8,

Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado;

Sin embargo, tenga en cuenta que el lado “misterioso” o “secreto” de Babilonia no se revela ni se expone hasta después de su caída del poder. La clave se encuentra en:

Apocalipsis 18:20, 24,

20 Regocíjate sobre ella, cielo, y también vosotros, santos, apóstoles y profetas, porque Dios ha pronunciado juicio por vosotros contra ella;

Apocalipsis 18:24, 

24 Y en ella fue hallada la sangre de los profetas, de los santos y de todos los que habían sido muertos sobre la tierra.

Aquí encontramos a Jerusalén identificada tanto con Sodoma como con Egipto. Así que no es simplemente Babilonia. Sodoma es un símbolo de inmoralidad y es recordada por haber sido destruida por el fuego y el azufre. Egipto es un símbolo de esclavitud y es recordado por su destrucción por las diez plagas. Y, por último, Babilonia es un símbolo del comercio basado en la usura, y del orgullo de su propia riqueza y grandeza.

Juan ciertamente sabía quién era, porque había oído a Jesús decir las mismas palabras muchos años antes. Esta ciudad ramera llamada “Babilonia” es considerada responsable de la sangre de “todos los que han sido muertos en la tierra”. Esta ciudad ramera también es responsable de “la sangre de los profetas y de los santos”. 

Jesús dijo en Lucas 13:33 y 34:

33 Sin embargo, debo seguir mi camino, hoy, mañana y pasado mañana; porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén. 34 ¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!

Jerusalén es la única ciudad de la que se dice que mató a los profetas y a los “enviados” a ella. Por lo tanto, en Apocalipsis 18 vemos a Jerusalén responsable de la sangre tanto de los profetas como de los apóstoles, aquellos que Dios le envió.

Mateo 23:29-32,

29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, 30 y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. 31 Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. 32 ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres!

Jesús dijo que Jerusalén habia “asesinado a los profetas”, y que debía continuar haciéndolo hasta que su copa estuviera llena de iniquidad con culpabilidad. 

Mateo 23:33-36,

33 ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? 34 Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; 35 para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. 36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

La declaración de Jesús claramente afirma que consideraba que Jerusalén era culpable de toda la sangre derramada en la tierra desde Abel hasta sus días, o al menos hasta Zacarías. Pero Juan extiende esto hasta el fin de la era cuando la gran “Babilonia” cae del poder y es arrojada al mar como una gran piedra de molino

Como dije anteriormente, El Misterio Babilonia, entonces, es de alguna manera sinónimo de la antigua Jerusalén en lo que concierne a la biblia.

En otras palabras, Jerusalén es la Babilonia espiritual, la Sodoma espiritual y el Egipto espiritual.

Jesús dijo que Jerusalén era como una tumba blanqueada que era hermosa por fuera, pero llena de muerte por dentro. Eso transmite la misma idea usando una metáfora diferente. Lucas nos dice que después de que Jesús culpó a Jerusalén de toda la sangre derramada de la tierra desde Abel hasta Zacarías, “los fariseos comenzaron a ser muy hostiles” contra Él, “conspirando contra Él, para sorprenderlo en algo que pudiera decir”.

Israel fue “escogido” por Dios para ser los ejecutores de Su voluntad, la cual iba a ser una bendición para todas las familias de la tierra. Para usar una metáfora bíblica diferente, Israel era la “viña” de Dios que fue llamada a producir los frutos del Reino.

Isaías 5:7,

Ciertamente, la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel,
y los hombres de Judá su plantío delicioso.
Él esperaba equidad, pero he aquí derramamiento de sangre;
justicia, pero he aquí clamor.

Algunos años después de que Dios plantó esta viña en Canaán, llegó el momento de que Dios cosechara algunos beneficios de Su labor. Pero el pueblo se negó a darle el fruto del Reino que Él deseaba. En cambio, mataron a los siervos de Dios, los profetas, a quienes Él envió para obtener esos frutos.

 Mateo 21:35-36

35 Pero los labradores, tomando a los siervos, a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon. 36 Volvió a mandar otro grupo de siervos, mayor que el primero; y les hicieron lo mismo.

Finalmente, envió a Su Hijo, pero cuando lo vieron, dijeron: “Este es el Heredero; venid, matémosle y apoderémonos de su heredad.” 

Mateo 21:38,

38 Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad.

Jerusalén fue destruida por los romanos porque “en ella fue hallada la sangre de los profetas y de los santos y de todos los que han sido muertos en la tierra”, tal como Jesús profetizó contra Jerusalén.

Mateo 23:34-36,

34 Por tanto, mirad, yo os envío profetas, sabios y escribas: de ellos, a unos los mataréis y crucificaréis, y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad, 35 para que recaigasobre vosotros la culpa de toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías, a quien asesinasteis entre el temploy el altar. 36 En verdad os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

Apocalipsis 17:3-6,

Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro.

Inmediatamente, podemos ver muchos paralelos entre Babilonia la ramera en Apocalipsis 17 y Babilonia la gran ciudad en Apocalipsis 18. Primero, a ambas se las conoce como “Babilonia la Grande”. Obviamente que hay más elementos de Babilonia ya que en su frente tenía un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.

Apocalipsis 18:1,

Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia,

Se describe a ambos como culpables de “inmoralidad sexual”. También se les describe como “ebrias de la sangre de los santos”. Jerusalén es parte de Babilonia. No estoy hablando de la Nueva Jerusalén. Existen dos Jerusalén en la biblia. La antigua y presente Jerusalén, y la Nueva Jerusalén. Una es una ciudad física, la otra es una espiritual, que desciende de Dios, esto es, el pueblo de Dios.

Sin embargo, mientras “Babilonia la Grande” se centra en la ciudad geopolítica de Jerusalén, “Babilonia la ramera” se centra en el adulterio espiritual de la ciudad de Jerusalén. Por eso la llaman “ramera”, que era un nombre muy común para la rebelde Israel en el Antiguo Testamento.

Isaías 1:21,

21 ¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas.

Jeremías 2:20,

20 Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso te echabas como ramera.

Jeremías 3:1-3,

3 Dicen: Si alguno dejare a su mujer, y yéndose esta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas ¡vuélvete a mí! dice Jehová. Alza tus ojos a las alturas, y ve en qué lugar no te hayas prostituido. Junto a los caminos te sentabas para ellos como árabe en el desierto, y con tus fornicaciones y con tu maldad has contaminado la tierra. Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente de ramera, y no quisiste tener vergüenza.

Jeremías 3:6-10,

Me dijo Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí fornica. Y dije: Después de hacer todo esto, se volverá a mí; pero no se volvió, y lo vio su hermana la rebelde Judá. Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó. Y sucedió que por juzgar ella cosa liviana su fornicación, la tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño. 10 Con todo esto, su hermana la rebelde Judá no se volvió a mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová.

Jeremías 3:20,

Pero como una mujer que es infiel a su esposo, así ustedes me fueron infieles. Yo, el Señor, lo afirmo.

Ezequiel 16:15-22,

15 »”Pero confiaste en tu belleza y te aprovechaste de tu fama para convertirte en una prostituta, entregando tu cuerpo a todo el que pasaba. 16 Con tus vestidos hiciste tiendas de culto pagano en las colinas, y te prostituiste en ellas. 17 Tomaste las joyas de oro y de plata que yo te había regalado, e hiciste figuras de hombres para prostituirte con ellos; 18 les pusiste tus vestidos de bellos colores y les ofreciste mi aceite y mi incienso. 19 El pan que yo te había dado, que era de la mejor harina, y el aceite y la miel con que yo te había alimentado, se los ofreciste a ellos como ofrenda de olor agradable. Yo, el Señor, lo afirmo. 20 »”Tomaste también a los hijos e hijas que tuve contigo, y los sacrificaste a esos ídolos como alimento para ellos. ¿Te parecía poco haberte convertido en prostituta, 21 que además sacrificaste a mis hijos entregándolos a morir quemados en honor de esos ídolos? 22 Con tu detestable vida de prostituta ya no te acuerdas de cuando eras niña y estabas completamente desnuda, pataleando en tu propia sangre. 43 Entonces dije acerca de aquella que estaba consumida por sus adulterios: «¿Cometerán ahora fornicaciones con ella, estando ella así? ». 44 Y se llegaron a ella como quien se llega a una ramera. Así se llegaron a Aholá (Israel)y a Aholibá (Juda), mujeres depravadas.

Ezequiel 23:43-44,

43 Y dije respecto de la envejecida en adulterios: ¿Todavía cometerán fornicaciones con ella, y ella con ellos? 44 Porque han venido a ella como quien viene a mujer ramera; así vinieron a Ahola y a Aholiba, mujeres depravadas.

Oseas 9:1,

1No te alegres, oh Israel, hasta saltar de gozo como los pueblos, pues has fornicado apartándote de tu Dios; amaste salario de ramera en todas las eras de trigo.

Claramente, siempre que Israel se rebelaba abiertamente contra Dios, se les consideraba una “ramera” o una “prostituta”, espiritualmente hablando. Estaban traicionando al que hizo con ellos un pacto, como una esposa traiciona a su marido. Aquellos familiarizados con el Antiguo Testamento leerían la palabra “prostituta” en la profecía y automáticamente la asociarían con Israel. Por lo tanto, es absolutamente exacto decir que Jerusalén era una ramera en un sentido espiritual. Abandonaron a Dios. Rechazaron a su Mesías. Se volvieron tan moralistas, hipócritas y pecadores que Dios les dio “una carta de divorcio”, tal como lo había hecho con Israel allá en el año 722 a.C. según Jeremías capitulo 3. 

Así como la prostitución espiritual de Israel en el siglo VIII a.C. resultó en que los asirios destruyeran el país, la prostitución espiritual de Israel en también resultó en que los romanos aniquilaran la ciudad y el país en 70 d.C.

Jeremías 3:6-10,

Y el Señor me dijo en días del rey Josías: ¿Has visto lo que hizo la infiel Israel? Ella andaba sobre todo monte alto y bajo todo árbol frondoso, y allí fornicaba. Y me dije: «Después que ella haya hecho todas estas cosas, volverá a mí»; mas no regresó, y lo vio su pérfida hermana Judá. Y vio que a causa de todos los adulterios de la infiel Israel, yo la había despedido, dándole carta de divorcio; con todo, su pérfida hermana Judá no tuvo temor, sino que ella también fue y se hizo ramera. Y sucedió que por la liviandad con que fornicó, profanó la tierra, y cometió adulterio con la piedra y con el leño. 10 A pesar de todo esto, su pérfida hermana Judá tampoco se volvió a mí de todo corazón, sino con engaño —declara el Señor.

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