Su Fundamento

Entre el Imperio y El Reino: La Transición de Grecia al Dominio Romano (Parte 9)

Un Capítulo Decisivo en la Historia Mediterránea

El ascenso de Roma como potencia dominante en el Mediterráneo coincidió con un momento de fractura en el mundo helenístico, marcado por la muerte de Alejandro Magno en el año 323 a. C. La ausencia de un heredero claro provocó la fragmentación de su vasto imperio entre sus generales, conocidos como los diádocos. Esta división debilitó gradualmente el poder griego, dejando espacio para la expansión de Roma.

A pesar de los esfuerzos por mantener la hegemonía macedónica, la intervención de Macedonia en los conflictos entre Roma y Cartago durante las Guerras Púnicas acabó por sellar su destino. Filipo V de Macedonia, aliado circunstancial de Cartago, fue finalmente derrotado por los romanos en la Batalla de Cinoscéfalos en el 197 a. C., y más tarde, su hijo Perseo fue vencido en la decisiva Batalla de Pidna en el 168 a. C. A partir de entonces, Roma consolidó su poder en la región.

En el año 146 a. C., se consumó un acto simbólico de supremacía: la destrucción de Corinto. El general Lucio Mumio Acaico, cónsul ese mismo año, arrasó la ciudad como castigo por su rebelión contra la autoridad romana. Corinto, símbolo de la grandeza cultural y económica griega, fue completamente saqueada. Este hecho no solo marcó el fin de la independencia griega, sino también el término de la política romana de respeto hacia la cultura helénica, una cultura que, paradójicamente, continuaría influyendo profundamente en Roma en los siglos siguientes (Hechos 17:21 da testimonio de la relevancia cultural de los griegos, especialmente en Atenas).

21 (Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo).

A partir de entonces, Grecia se convirtió en una provincia del Imperio Romano, si no de forma inmediata, sí de facto. Su identidad política fue absorbida, aunque su legado cultural persistió como parte integral del mundo romano. El apóstol Pablo, por ejemplo, predicó en ciudades como Atenas y Corinto durante sus viajes misioneros, lo cual muestra la continuidad de su importancia bajo el dominio romano,

Hechos 17:22-23 es un pasaje del Nuevo Testamento que forma parte del relato de Pablo en Atenas, específicamente cuando él se dirige al Areópago, un consejo de líderes y filósofos en esa ciudad. Aquí está el texto en la Reina-Valera 1960 para contexto:

Hechos 17:16-18, 34; 

16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría. 17 Así que discutía en la sinagoga con los judíos y piadosos, y en la plaza cada día con los que concurrían. 18 Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él; y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba el evangelio de Jesús, y de la resurrección.

Pablo está en Atenas, una ciudad conocida por su filosofía, religión politeísta y gran cantidad de templos y altares dedicados a diversos dioses. Él observa que los atenienses tienen incluso un altar “al Dios no conocido”, probablemente como una forma de cubrirse por si habían olvidado rendir culto a alguna deidad.

22 Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; 23 porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio.

Pablo usa ese altar como un punto de conexión para hablarles de Dios Eterno. No empieza criticando su idolatría directamente, sino que reconoce su religiosidad y usa algo que ellos conocen para presentarles al Dios verdadero. Es una forma hábil de contextualizar el mensaje del evangelio para una audiencia griega.

Pablo presenta al Dios cristiano como el Dios que ellos ya están adorando sin saberlo. Esta es una forma de mostrar que hay una verdad más profunda que trasciende sus conceptos religiosos. Él está diciendo que el Dios creador del cielo y de la tierra, que no habita en templos hechos por manos humanas, es ese Dios desconocido para ellos.

Este es un pasaje clásico para ilustrar cómo presentar el evangelio en contextos culturales diferentes, buscando puntos de contacto en lugar de comenzar con confrontación. También plantea la idea de que Dios se ha revelado de maneras generales a toda la humanidad, pero que se necesita la revelación específica de Cristo para conocerlo verdaderamente.

Hechos 17:24-31 (RVR1960)

24 El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas,

25 ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.

26 Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;

27 para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.

28 Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.

29 Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.

30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;

31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.

Versículos 24-25 – Dios Creador y Sustentador

Pablo empieza afirmando que Dios es el Creador de todo y no necesita nada de nosotros. Contrasta al Dios bíblico con los dioses griegos, que tenían templos, estatuas y sacrificios. Está desafiando su idea de la religión como algo que “mantiene felices” a los dioses.

Dios es autosuficiente y soberano. Nosotros dependemos de Él, no al revés.

Versículos 26-27 – Un solo origen humano y propósito de búsqueda

Pablo dice que todos los humanos vienen de un mismo origen (lo cual también va en contra de la idea griega de razas superiores). Además, Dios ha establecido tiempos y lugares para que la gente lo busque.

Dios quiere que las personas lo encuentren. Está cerca, aunque la gente ande a tientas espiritualmente.

Versículo 28 – Cita de poetas griegos

Aquí Pablo cita a autores paganos (como Epiménides y Arato), algo muy estratégico. Usa su propia cultura para enseñarles una verdad bíblica: que nuestra vida depende de Dios.

Aunque sus creencias estaban distorsionadas, incluso su cultura reconocía que hay una realidad divina mayor.

Versículo 29 – Contra la idolatría

Pablo dice que, si somos “linaje de Dios”, no debemos pensar que Dios puede representarse como un ídolo de metal o piedra.

La verdadera divinidad no puede reducirse a una imagen hecha por humanos.

Versículos 30-31 – Llamado al arrepentimiento y juicio

Aquí Pablo cambia de tono: dice que, aunque Dios pasó por alto la ignorancia del pasado, ahora llama a todos a arrepentirse. ¿Por qué? Porque ha establecido un juicio final, a través de Jesús, y ha demostrado que Él es el juez por medio de su resurrección.

El evangelio no es solo filosofía; es un llamado urgente a cambiar y creer, porque habrá un juicio justo.

Hechos 17:32-34, donde se describe cómo reaccionaron los atenienses al mensaje de Pablo. Esto cierra su discurso en el Areópago y nos da una imagen muy realista de cómo responde la gente ante el evangelio.

Hechos 17:32-34 (RVR1960)

32 Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: “Ya te oiremos acerca de esto otra vez”.

33 Y así Pablo salió de en medio de ellos.

34 Mas algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos.

1. Versículo 32 – Tres respuestas distintas

Se burlaban: Para muchos griegos, la idea de que alguien resucitara físicamente era absurda. Según su cosmovisión, el cuerpo era inferior al alma, y la “liberación” venía al morir, no al resucitar. Así que esto les sonó ridículo.

“Te oiremos en otra ocasión”: Otros simplemente pospusieron su decisión. Estaban interesados, pero no comprometidos.

El evangelio siempre provoca reacciones distintas: burla, indiferencia o interés superficial.

2. Versículo 33 – Pablo se retira

Pablo no discute ni fuerza. Su trabajo era sembrar la semilla. Algunos lo rechazaron, y él respetó su decisión. Salió sin pelear, pero habiendo dejado claro el mensaje.

A veces, nuestro rol es solo presentar la verdad con respeto. La respuesta depende del oyente.

3. Versículo 34 – Algunos creyeron

Aunque la mayoría no aceptó, algunos sí creyeron. Se mencionan dos personas:

Dionisio el areopagita: Un miembro del Areópago, es decir, alguien influyente. Su conversión es significativa porque demuestra que incluso personas educadas pueden reconocer la verdad del evangelio.

Dámaris: Una mujer, lo cual es notable en un contexto tan patriarcal. No se dan más detalles, pero su inclusión resalta la universalidad del mensaje.

Y otros con ellos: No fue un gran número, pero sí un grupo que empezó una semilla de fe en Atenas.

Aunque el evangelio no fue masivamente aceptado, sí transformó vidas reales. No siempre se trata de cantidad, sino de calidad.

1 Corintios 1:1,

“Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes…”

En este pasaje, Pablo se refiere a “Sóstenes el hermano”, quien parece ser su colaborador o coautor en la carta a los corintios.

Este podría ser el mismo Sóstenes mencionado en Hechos, lo que implicaría que se convirtió al cristianismo y se unió a la misión de Pablo. Sin embargo, algunos estudiosos consideran que podría ser otro Sóstenes, ya que el nombre no era infrecuente en esa época.

Hechos 18:17,

“Entonces todos agarraron a Sóstenes, el principal de la sinagoga, y lo golpeaban delante del tribunal; pero a Galeón nada se le daba de ello.” 

En este pasaje, Sóstenes es identificado como el principal de la sinagoga en Corinto. Según el relato, fue golpeado por una turba frente al tribunal del procónsul romano Galeón, aunque el motivo exacto del ataque no queda claro. Algunos estudiosos creen que fue atacado por judíos que estaban molestos porque el tribunal no tomó medidas contra Pablo, mientras que otros piensan que fue golpeado por gentiles.

Para no desviarnos y volviendo al tema:

Tras la división del Imperio Romano en el siglo IV d. C., Grecia pasó a formar parte del Imperio Bizantino o Imperio Romano de Oriente, con Constantinopla como su capital. Esta situación perduró hasta 1453 d. C., cuando los turcos otomanos conquistaron Constantinopla, poniendo fin al último vestigio del imperio romano.

El establecimiento oficial del Imperio Romano suele fecharse en la Batalla de Accio, en el 31 a. C., donde Octavio derrotó a Marco Antonio y Cleopatra. Esta victoria consolidó su poder y le permitió asumir el título de Augusto en el 27 a. C., iniciando la era del principado, con Roma bajo un gobierno centralizado y relativamente estable. Bajo su liderazgo, se vivió un tiempo de paz conocido como la Pax Romana, durante el cual se instituyeron numerosas reformas administrativas, militares y sociales (Lucas 2:1 menciona un censo decretado por César Augusto, evidencia de estas reformas imperiales).

Aunque en las fronteras del imperio se seguían librando batallas —especialmente contra pueblos germánicos, partos y otros grupos del norte de África y del Oriente Medio—, Roma mantuvo una política de expansión y consolidación territorial. Esta estrategia permitió la integración gradual de diversas culturas bajo un mismo sistema legal, económico y administrativo. El Imperio, en su apogeo, se extendía desde Britania en el extremo noroeste, hasta Egipto en el sureste, y desde Hispania hasta Mesopotamia, creando una vasta red de caminos, puertos y ciudades que facilitaban el comercio, la comunicación y la movilidad.

Este contexto imperial no solo sirvió a los fines de Roma, sino que preparó providencialmente el escenario para la difusión del Evangelio. La llamada Pax Romana, con su relativa estabilidad y seguridad en los caminos, así como el uso común del griego koiné como lengua franca en gran parte del imperio, favoreció el trabajo misionero de los apóstoles y discípulos. 

El libro de los Hechos da testimonio de esta expansión espiritual, mostrando cómo el mensaje de Cristo alcanzó tanto sinagogas judías como foros gentiles.

Hechos 1:8, 

pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Hechos 13:46-48, 

46 Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. 47 Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo:

Te he puesto para luz de los gentiles,

A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.

48 Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.

Hechos 28:30-31,

30 Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, 31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.

Este desarrollo histórico también se percibe como el cumplimiento profético de Daniel 2:40, donde se describe un cuarto reino “fuerte como el hierro” que quebrantaría y dominaría a los otros reinos. Este cuarto reino es el Imperio Romano, cuyas características de fuerza, dureza y dominio se reflejan en su expansión implacable y su capacidad para absorber otras culturas.

Así, el Imperio Romano no solo representó el culmen del poder político del mundo antiguo, sino que también, en el plano divino, fue el instrumento mediante el cual Dios preparó el camino para la venida del Mesías y la proclamación universal de su Reino,

Gálatas 4:4,

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,

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