Su Fundamento

Por el Velo (Parte 4)

El Tercer Velo

Después de muchos años de pesar, de prueba y de lágrimas, finalmente había atravesado el Segundo Velo, el cuerpo de Su humillación, el cuerpo de sangre, carne y huesos. Al instante que Jesús expiró en la cruz, ocurrió algo trascendental en el Templo, el velo alto y grande que cerraba la entrada al Lugar Santísimo fue rasgado en dos de arriba a abajo: Mateo 27:51,

51Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y la tierra tembló y las rocas se partieron;

Así, representando la realidad y el suceso que quien había sido manifestado como el Shekinah sobre el Trono de Dios, ya no más podría ser hallado en el Lugar Santísimo en un templo terrenal; sino que había atravesado el Segundo Velo, Su cuerpo terrenal.

Después de tres días y tres noches hubo otro terremoto. Entonces Jesús apareció a María y ella le reconoció por Su voz. Juan 20:14-16,

14Al decir esto, se volvió y vio a Jesús que estaba allí, pero no sabía que era Jesús. 15Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú le has llevado, dime dónde le has puesto, y yo me lo llevaré. 16Jesús le dijo: ¡María! Ella, volviéndose, le dijo en hebreo: ¡Raboní! (Que quiere decir, Maestro).

Tomás le conoció por las marcas en Sus manos y sus pies. Juan 20:27-28,

27Luego dijo a Tomás: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28Respondió Tomás y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío!

Él se aparece a un grupo de discípulos rumbo a Emaús y lo reconocieron solamente después de haberse sentado a la mesa y partir el pan. Se les abren los ojos (entendimiento), luego lo reconocen e inmediatamente desaparece de entre ellos. Lucas 24:13-32,

13Y he aquí que aquel mismo día dos de ellos iban a una aldea llamada Emaús, que estaba como a once kilómetros de Jerusalén. 14Y conversaban entre sí acerca de todas estas cosas que habían acontecido. 15Y sucedió que mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos. 16Pero sus ojos estaban velados para que no le reconocieran.

Difícil comprender esto, sin apreciar la soberanía de Dios. Sus ojos estaban velados para no reconocerle. Me pregunto, cuanta gente está en la misma condición.

17Y Él les dijo: ¿Qué discusiones son estas que tenéis entre vosotros mientras vais andando? Y ellos se detuvieron, con semblante triste. 18Respondiendo uno de ellos, llamado Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único visitante en Jerusalén que no sabe las cosas que en ella han acontecido en estos días? 19Entonces Él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: Las referentes a Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; 25Entonces Jesús les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! 26¿No era necesario que el Cristo padeciera todas estas cosas y entrara en su gloria? 27Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les explicó lo referente a Él en todas las Escrituras.

Antes de sus padecimientos, muerte y resurrección  Jesús, en varios lugares dijo que la ley y los profetas hablaban de él.

Juan 5:46: Porque si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.

Lucas 24:27: Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les explicó lo referente a Él en todas las Escrituras.

Cuando leemos el Antiguo Testamento, no leemos en si algo viejo, obsoleto; pero leemos a Jesús. Esto es algo que muchos no han podido comprender hasta hoy en día.

28Se acercaron a la aldea adonde iban, y Él hizo como que iba más lejos. 29Y ellos le instaron, diciendo: Quédate con nosotros, porque está atardeciendo, y el día ya ha declinado. Y entró a quedarse con ellos. 30Y sucedió que al sentarse a la mesa con ellos, tomó pan, y lo bendijo; y partiéndolo, les dio.

No es hasta que comemos su cuerpo que las vendas se caen de los ojos. Vemos a Jesús solamente por su gracia y bondad.

31Entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron; pero Él desapareció de la presencia de ellos. 32Y se dijeron el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría las Escrituras?

Durante el segundo terremoto los santos que habían dormido se levantaron de entre los muertos. Mateo 27:53,

53y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de Jesús, entraron en la santa ciudad y se aparecieron a muchos.

Ellos fueron de aquellos que habían esperado por la fe a través de los siglos hasta que Jesús hubiese pagado el precio de su salvación y hasta que Él se levantara primero, “las primicias de los que durmieron.” Algunos de ellos fueron vistos en Jerusalén, pero no hay ningún registro que indique que fueran vistos otra vez. La gran profecía del Salmo 16:10 fue cumplida a cabalidad:

10porque no dejarás mi alma en el seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción.

Jesús subió del Seol en Su cuerpo Glorificado de carne y huesos y por cuarenta días demostró el poder de ese género de cuerpo. Así, en ese cuerpo venció la gravedad y ascendió hacia la diestra del Padre.

Los dos hombres en ropas blancas dijeron a los discípulos:

Hechos de los Apóstoles 1:11

11que les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo.

En ese mismo cuerpo el hijo del hombre vendrá de nuevo y entonces se sentará sobre un trono literal y espiritual gobernando la casa de Jacob. Lucas 1:32-33,

32Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.

Mateo 25:31: 31Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con Él, entonces se sentará en el trono de su gloria;

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